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LA TRIBU DISPUTARÁ LA SERIE FINAL
Caribes de Anzoátegui es finalista por sexta vez en su historia y quinta en los últimos 10 años. Y lo consiguió derrotando en un emocionante encuentro a Tiburones de La Guaira, por apretada pizarra de 5-4, en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel, para barrer la semifinal en cuatro desafíos.
La suerte de los indígenas se decidió en el cierre del séptimo capítulo, cuando, con las bases llenas Denis Phipps recibió boleto del relevista Hassan Pena, que permitió el avance al home de Willians Astudillo, que anotó la quinta y definitiva rayita indígena. Un turno en el que el temple del dominicano jugó un factor determinante.
“Fue un turno bien difícil. Había dos outs y, por supuesto, quería dar el batazo. Pero conozco los envíos de (Hassan) Pena. Sabía que no me iba a pitchar por el medio y tuve paciencia en el plato y funcionó. A veces se gana de esta manera y estoy feliz por ello”, indicó Phipps al final del desafío.
Aunque el camino de la victoria lo marcó el novel Christian Pedroza. Luego de dos outs, “Balín” sacudió un sonoro triple en el propio primer episodio, ante los envíos de Félix Droubont, con el cual trajo las tres primeras rayitas de los de casa. El infielder confesó que buscaba un batazo de esa naturaleza, a como diera lugar, en una entrada que contó con la complicidad de un error del campocorto Heiker Meneses.
“Quería dar el batazo, quería ayudar al equipo. Estaba estudiando los pitcheos de Droubont y sabía que iba por el medio y pude batearle. Le puse muchas ganas y me contenta el haber dado esa conexión, que nos ayudó a estar en la Gran Final”, comentó Pedroza.
En el tercer episodio, Balbino Fuenmayor repitió la dosis de la noche anterior. Conectó un jonrón, en esta ocasión por el jardín central, que recorrió más de 400 pies de distancia, para alejar la pizarra 4-0. Una sólida ventaja, que hacía sentir a la Tribu ganadora.
“Claro que buscaba el jonrón, eso es lo que esperan los fanáticos de mí siempre (risas). Gracias a Dios, pude hacerlo”, señaló el primera base. “Muy contento por esta victoria, por cómo se dieron las cosas y, en mi caso, por haber contribuido para estar en otra final. Algo que me emociona muchísimo”.
Sin embargo, La Guaira no se quedó de brazos cruzados. En la baja del cuarto comenzaron a acercase en el marcador, producto de un largo y sonoro indiscutible a la derecha de Edgar Durán, quien trajo las dos primeras rayitas de los salados.
En el inicio del séptimo, Durán nuevamente castigó el pitcheo aborigen. Con par de hombres en las almohadillas volvió a sacudir otro fuerte petardo, esta vez hacia la pradera central, para empatar las acciones 4-4, ante el relevista Yender Cáramo.
Hasta ese momento, el bullpen de Anzoátegui sumaba 22.1 innings en los que apenas había aceptado una rayita limpia.
Pero en el cierre de esa entrada, reaparecieron los problemas de descontrol de los relevistas de La Guaira, que permitió que se le llenaran las bases producto de un sencillo y par de boletos. Entonces apareció el selectivo Phipps, que puso a los de casa arriba nuevamente en la pizarra.
La Guaira amenazó en el noveno episodio con empatar el encuentro, tras colocar hombres en primera y segunda. No obstante, había un par de outs y Jorge Rondón dominó a Héctor Sánchez, quien la elevó hacia el rightfield, donde Oswaldo Arcia atrapó la bola en la zona de seguridad, para decretar el final del juego.
“Estoy muy contento por los muchachos. Nunca se dieron por vencidos, no sólo esta noche sino toda la temporada”, dijo el manager Jackson Melián, con lágrimas en los ojos. “Así jugó Caribes todo el año y aquí los frutos de esos resultados. Fue una serie difícil, bien jugada, pero, afortunadamente, nos salieron bien las cosas. La meta es seguir de esta manera. Esto no ha acabado. Vienen días de muchas estrategias y reuniones, debemos pensar muy bien lo que necesitamos en el Draft de Sustituciones y, claro está, analizar bien al rival, no importa quien sea”.